lunes, 9 de noviembre de 2009

Renovarse...o morir

Lo que ha supuesto una revolución ya se ha asentado. Las hemos adoptado, o hemos caído en su comodidad, depende de cómo se mire. Las redes sociales y la información adaptada a los intereses particulares nos han convencido.

Por un medio u otro (normalmente ha sido de boca en boca), hemos contactado con ellas. Y nos han gustado. Las redes sociales tienen lo que nos gusta para compartir: chat, mensajería, imágenes, música... con nuestros conocidos. Tanto nos enganchan que muchas veces sólo utilizamos el ordenador para ver qué cambios hay en mi red más visitada. Y me equivoco al decir ordenador... El protagonista ahora es el móvil, u "ordenador móvil". Éste es aún más portátil que un ordenador y ya nos ofrece lo mismo en cuanto a la navegación en internet. Día a día está adelantándose en protagonismo frente a la consulta y subida de contenidos del ordenador.
Por otro lado, las suscripciones a páginas web, búsqueda de valoraciones de usuarios en los foros, en páginas especializadas... Nos ocupan casi por completo el tiempo restante del que pasamos en Internet.

Es por ello que gracias, o por culpa de estos contenidos, que los hemos ido adaptando a nuestros gustos, los periódicos, catálogos, e incluso la televisión, han ido perdiendo nuestra atención. Hoy en día, cuando vamos a comprar algo que suponga una inversión considerable de dinero, no la hacemos sin pasar por ver la opinión de personas como nosotros que tuvieron dudas en su día o que directamente opinó sobre ello.
También por esta revolución se dice que la publicidad tradicional está en crisis. Se tiene que adaptar a estos cambios. Ya no queremos que nos estén bombardeando con publicidad que no nos interesa pero que sí hay gente a la que pueda interesar, no. Ahora la publicidad la elegimos nosotros. Ésa es la que sí nos interesa. Al igual ocurre con las noticias sobre los temas que nos preocupan. Hacia estas cosas creamos los vínculos para que nos llegue al instante de ser conocidos. Y entonces, ¿para qué queremos ya los periódicos?¿Y la televisión? Ya hasta se puede ver la televisión por internet, y ver los contenidos que nosotros elijamos, ¡sin eternos intermedios!

Sin duda, los medios tradicionales tienen que renovarse o morir. Nos tienen que ofrecer algo más.


Javier Iglesias Navarrete

No hay comentarios:

Publicar un comentario